Fundado sobre 1920 por el carpintero Arturo Giménez Garres junto con su hijo Diego Giménez Yepes, que en un principio, fue un taller de aperaduría formado por dos talleres anexos; uno de madera y otro de fragua. Dedicado a hacer molinos del viento, en el Campo de Cartagena, norias, carros, tartanas, aperos, etc…
El taller de madera desapareció y su nieto, José Giménez Cavas, se dedicó a la artesanía del hierro trabajando en la fragua artesanalmente y a la carpintería metálica, hasta llegar al día de hoy a su hijo Joaquín Giménez Solano, donde se sigue trabajando la carpintería metálica de hierro con el trabajo de forja.